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El Moscow Mule. . .

HISTORIA:

Con más de 70 años de existencia, el Moscow Mule es ahora uno de los cócteles más populares que existen. Sus inicios son humildes, según la leyenda todo comenzó un caluroso día de 1941 en Los Ángeles. Jack Morgan, propietario del restaurante Cock’n Bull de Hollywood, decidió desarrollar su propia línea de cerveza de jengibre. Por desgracia, la mayoría de sus cliente no recibieron con demasiado entusiasmo esta propuesta.

Años más tarde, John Martin, un buen amigo de Morgan, adquirió los derechos de una empresa de licores por entonces desconocida: Smirnoff. Después entró en escena Sophie Berezinsky, una mujer rusa que transportaba en un remolque más de 2.000 tazas de cobre, que buscaban desesperadamente un comprador. Por caprichos del destino, estas tres personas sin éxito profesional se reunieron, intentando averiguar la mejor forma de combinar los tres productos: la efervescencia picante de la cerveza de jengibre, el punto alcohólico del vodka y la capacidad de mantener la temperatura del cobre. Tras muchas horas deliberando, nació el Moscow Mule. Tras atravesar alguna que otra crisis, este delicioso cóctel se ha mantenido entre los preferidos del consumidor, coleccionando además múltiples y muy variadas versiones.



El Moscow Mule es un cóctel que se sirve tradicionalmente en una jarra de cobre, aunque también puede usarse cualquier otro recipiente metálico o, en su defecto un vaso ancho. De hecho, estos últimos días las jarras de cobre han sido noticia, ya que no deberían usarse en contacto con alimentos ácidos jarras que no tengan un revestimiento protector de nickel o de acero. Eso sí, la gracia está en que al servir la copa en una jarra de metal se mantiene fresquita durante mucho rato, porque no la calentamos con la mano y el metal ayuda a mantener el frío.


LA RECETA :

Cubos de hielo.

1/4 de taza de vodka.

1 cucharada de jugo de limón.

1/2 taza de ginger beer.

1 cuarto de limón amarillo


PREPARACIÓN:

01: Preparar zumo de lima y picar hielo

Empezaremos exprimiendo una lima, que si está fresca prácticamente con la mitad de la lima tendremos el zumo que necesitamos y con la otra mitad tendremos para adornar. En cuanto al hielo, sino disponemos de un aparato específico para triturar hielo, podemos poner cubitos más grandes, que siempre es mejor que arriesgarnos a cargarnos la batidora. Otra opción es comprar el hielo ya picado que ahora venden en muchos supermercados.

02: Añadir el zumo y el vodka

En una taza de metal para Moscow Mule, llenamos una tercera parte con hielo, añadimos el zumo de lima y el vodka. Mezclamos bien con ayuda de un agitador o mismo de una pajita.


03: Rellenar con hielo y decorar

Rellenamos el resto de la jarra con hielo, decoramos con un trozo de lima que teníamos reservada, unas hojas de menta o hierbabuena y rellenamos con la cerveza de jengibre.

04: Servir el Moscow Mule

La mejor forma de disfrutar del Moscow Mule es sorbiendo el líquido con una pajita y sujetando la jarra por el asa, de manera que el líquido se mantenga lo más frío posible. Eso sí, con las cantidades que os he puesto sale un Moscow Mule flojito, si lo queréis más cargado, pues ya sabéis. Pero ojo, es alcohol, así que siempre con moderación.








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